Esta bellísima joya opaca, azul como el cielo -adorada por los antiguos egipcios y los aztecas-, beneficia a los nativos de Tauro, Virgo y Sagitario. Se cree que cambia de color según el grado de humedad del ambiente o del estado de salud de quien la posea. Se le atribuyen virtudes místicas y, en el Medio Oriente, se utiliza contra el mal de ojo, la melancolía y las depresiones síquicas. Los caballeros de la Edad Media la empleaban sobre el pecho para vencer en los torneos. Esta piedra puede adquirirse sin dificultades y su precio no es muy elevado (siempre y cuando no sea de un tamaño exagerado).
No hay comentarios:
Publicar un comentario